Hace cuarenta años, no había tanta información sobre la necesidad del envió misionero como hoy. Pocos usaban bases de datos y los computadores eran caros. En los años 80s, el movimiento misionero estaba limitada a orar por grupos religiosos (como los musulmanes, budistas, hindúes) y por grandes grupos étnicos como los kurdos, los bereberes y los tibetanos. Pocos tenían acceso a las listas de idiomas que manejaba los lingüistas.
Los primeros que empezaron a utilizar los programas de bases de datos para obtener información misionera sobre las etnias fueron MARC, Bethany World Prayer Center, Robert Nance y la World Christian Database. Pocos años después surgieron ministerios, como el Proyecto Josué, la Guia Mundial de Oración y el programa Adopte-Una-Etnia, los cuales pusieron esas informaciones en manos de intercesores.
El primer grande esfuerzo para enfocar en las etnias no alcanzadas surgió en los años 90s y se llamaba “The Bethany Prayer Profiles” (Perfiles de Oración Betania). Utilizaban bases de datos y lograron recopilar 1,700 perfiles de etnias no alcanzadas. Como Internet no era muy utilizado en aquel entonces, se imprimieron los perfiles y los distribuyeron para que los pusieran en boletines de iglesias. Por estar en inglés, su distribución ocurrió mayormente en los Estados Unidos. Sin embargo, por primera vez el movimiento misionero estaba orando a nivel etnia. Era propósito era despertar la conciencia de la iglesia local sobre la necesidad del Evangelio entre las etnias no alcanzadas. Este proyecto logró hacer que casi la mitad de estas (650) etnias fueran alcanzadas con un puñado de evangélicos. Algunas tienen iglesias grandes hoy en día.
En los años 2000, por medio de páginas web y el Internet, ya se podía rápidamente encontrar información guardada en bases de datos. Fue entonces que ministerios como Joshua Project, PeopleGroups.org y Etnopedia se convirtieron en fuentes estratégicas para la movilización. Se buscó, además, promover unos estándares sobre la investigación de etnias, para hacer más fácil comparar información. También algunos movimientos empezaron a traducir la información a otros idiomas como Adopte-Una-Etnia (ahora Alcance Una Etnia). En 2006, el equipo de Etnopedia, trabajando con Alcance Una Etnia, puso a la disposición de las iglesias un total de 1,700 perfiles de etnias no alcanzadas, en español, en el congreso realizado en Granada, España. En 2015, el mismo equipo de Etnopedia alcanzó un total de 3,000 perfiles en español.
Actualmente, en Iberoamérica hay 3,000 etnias, de las cuales 1,000 presentan un porcentaje muy bajo de evangélicos y 2,000 están totalmente no alcanzadas — sin evangélicos y la mayoría sin acceso al Evangelio o a las Escrituras en sus idiomas.
Conforme pasa el tiempo, la información se ha refinado y el movimiento misionero tiene hoy la oportunidad de orar y enviar obreros de manera más específica a los grupos no alcanzados.
El enfoque del movimiento misionero en países o grandes grupos etnias ocurrió mayormente por falta de información. Sin embargo, la Gran Comisión siempre ha sido y siempre será enfocada en las etnias. La palabra que salió de la boca de Jesús cuando habló a sus discípulos fue etnias (ethne en el griego), no nación en el sentido político, como se usa hoy en día. En los años 1,700’s, a escasos 200 años después de la Reforma, el movimiento misionero todavía estaba arrancando y las etnias tanto como los idiomas no estaban clasificados en su mayoría. No se sabía la cantidad de idiomas, ni mucho menos de etnias, en áreas geográficas grandes como África y Asia. Cuando se mencionaba Asia o África, se les consideraba más como naciones o grandes áreas geográficas. Sin embargo, la Gran Comisión no es ir a naciones. Hemos adoptado modelos y patrones viejos y anticuados a la misión del Señor — casi siempre por falta de información.
Ahora que tenemos información precisa y a nivel etnia, somos todavía más responsables de enviar y de ir a esos grupos, es decir, a las etnias no alcanzadas que no tienen acceso al evangelio. Será una tarea difícil, claro. Requiere que nos capacitemos para una misión de largo plazo, sin duda. Requiere que los movilizadores busquen candidatos que tengan compromiso y visión, por supuesto. Seguramente existen candidatos a este nivel. Los hay y son muchos, y por eso mismo tenemos que abandonar los modelos anticuados y la mercadotecnia que solo enfoca en lo grande y lo exótico. Las etnias no alcanzadas viven en lugares peligrosos y pertenecen a religiones paganas, es verdad. Pero eso no es el enfoque de la Gran Comisión. La Gran Comisión es ir y hacer discípulos a todas las etnias que viven lejos del Señor y están arraigadas en las mentiras de Satanás.
Cada vídeo que se enseña sobre el Islam, el Budismo o el Hinduismo está elevando esas religiones al nivel del Cristianismo. Jesucristo, el Mesías, es alto y sublime, mientras que Mahoma, Buda y Shiva están postrados, como todos nosotros, perdidos sin la gracia y la sangre de Cristo Jesús. Dejamos dejar de elevar a personajes y falsas religiones, apelando al sentido de aventura en los jóvenes. Los jóvenes están siendo quemados por los viejos modelos del movimiento misionero cuándo escuchan algo que no es la verdad.
Hay que ir a las etnias no alcanzadas, no importa cuál sea su religión o en qué país se encuentren, llevándoles la palabra de Dios, hablando sus idiomas y comunicando de manera eficaz el Evangelio, en su contexto, enfrentando peligros y persecución, si es el caso, y quedando hasta que el grupo étnico empiece a llevar el Evangelio a otros.
Los que oran también deben estar dispuestos a ir. Si seguimos orando por listas y más listas de etnias, estamos echando juicio sobre nuestras cabezas si no vamos a hacer algo por ellas. Orar debe resultar en que alguien vaya. Cada candidato misionero debe tener en mano una lista de etnias no alcanzadas y debe estar dispuesto a hacer algo tangible por ellas. Orar solamente por las etnias es la cosa más fácil que uno puede hacer. Dar dinero es la segunda cosa más fácil. Dios no necesita ni tus oraciones ni tu dinero — ¡Dios necesita a ti!
Inmediatamente después que Jesús dijo a sus discípulos, “Rogad, por tanto, al Señor de la mies que envíe obreros a su mies”, también les envió y les dijo, “Id” (Lucas 10:1ss). Jesús estaba diciendo a los que iban — los discípulos—, que ellos mismos debían de orar y pedir al Señor por más obreros.
¿Por qué? Porque eran pocos.
Los que van, también deben orar para que otros más vayan para ayudarles.
“Nunca ores si no estás dispuesto a ser tú mismo la respuesta a tu oración”. —George Verwer.