Carlos Scott, anteriormente Presidente de COMIBAM, da una mirada a los desafios cercanos y futuros; ratificando que la Iglesia Iberoamericana tiene un rol transcendente en la evangelizacion mundial. Una iglesia que traspasa todo tipo de fronteras; ya sean culturales, religiosas, lingüísticas, geográficas y políticas. El futuro modifica el presente cuando vislumbramos nuestra actualidad con fe, con esperanza y con amor. La esperanza del reino de Dios, una esperanza presente y futura, nos levanta con ánimo para el gran desafío que tenemos por delante. Estamos escribiendo un nuevo capítulo de la historia porque los hechos del Espíritu no han terminado aún. Es la hora en la cual continuamos un proceso de transformación de la iglesia. Un evangelio de transformación y a la vez cabal, implica una iglesia que traspasa todo tipo de fronteras; ya sean culturales, religiosas, lingüísticas, geográficas, políticas.
En este sentido, el propósito de COMIBAM Internacional es que la iglesia involucre a todos sus miembros para la tarea misionera y brinde al mundo el evangelio de Cristo, en su completa plenitud. Y, en consecuencia, la primera meta de COMIBAM es promover un liderazgo de pastores comprometidos con la misión; que desarrollen juntos las estrategias de apoyo a las congregaciones que, en las diferentes etapas de su madurez, anhelen la obra misionera como objetivo primordial. Nuestro anhelo es ver a pastores desafiando a pastores, iglesias modelando a iglesias, trabajando en cooperación con otras iglesias para hacer más alcanzables y de mayor impacto los proyectos misioneros, precisamente allí, entre los pueblos menos evangelizados y no alcanzados. Para lograr esto, definiremos tres modalidades o estrategias:
1. Desarrollo en el trabajo de cooperación como «un solo cuerpo» en función de la misión. Crecer en la relación Sur-Sur, Sur-Norte. Desde el principio, desde la Trinidad y desde su quehacer con los apóstoles, el Señor nos ha desafiado al trabajo en equipo. La misión puede ser el origen material de nuestra unidad. La cooperación en la tarea práctica de la misión es el primer paso hacia una integridad más profunda. Crecer en el testimonio basado en la unidad en Cristo. La iglesia en su conjunto es responsable de la evangelización de todas las etnias, de las razas y de los hablantes de las diferentes lenguas.
2. Proveer los recursos necesarios para la preparación adecuada de los candidatos a misioneros y de la iglesia en general por medio de la red de centros y de programas de capacitación. Esta red conecta a las personas que trabajan en la capacitación de la iglesia en el área bíblico-teológica, de ministerio y transcultural. Proponemos que la capacitación del misionero se inicie en la iglesia local. Consideramos que el sesenta por ciento de la misma se logra en la iglesia local. El énfasis y el esfuerzo deben concentrarse en el fortalecimiento de las congregaciones y de este compromiso con las misiones transculturales.
3. Asistir y acompañar a la iglesia y al candidato en el proceso de capacitación, el traslado del misionero, la supervisión y el cuidado pastoral en el campo, todo ello por medio de la red de agencias misioneras de envío. Ayudar al desarrollo de las agencias misionerasnacionales que respondan a las necesidades del país, pero sobre todo que consideren y valoren la centralidad de las iglesias locales. Este respeto es un distintivo básico del movimiento misionero. Animamos a todas las agencias de otras latitudes a apoyar los esfuerzos misioneros existentes y a evitar la duplicación innecesaria o la interrupción del funcionamiento de las agencias misioneras que trabajan hoy día. Queremos, en definitiva, que toda la iglesia en Iberoamérica modele la sociedad local y que esta transformación alcance, simultáneamente en una dimensión global, hasta lo último de la tierra.
Carlos Scott
Desde Noviembre del 2006, Carlos Scott es el presidente de COMIBAM Internacional. Ha servido en la iglesia La Puerta Abierta por 25 años en Argentina. Desde el año de 1993 al 2003 fungió como pastor, formando parte del equipo pastoral. Fue el director de COMIBAM del Cono Sur, vicepresidente de COMIBAM Internacional y presidente de la Red Misiones Mundiales Argentina. Posee una licenciatura en administración de empresas (UADE), también en organización y técnica del seguro (UADE) y otra licenciatura en ministerio con orientación misionológica (IBBA). Carlos está casado con Alicia y viven en Buenos Aires con uno de sus hijos, Daniel (24). Tiene otro hijo Jonathan (26) casado con Carol y un nieto llamado Lautaro. Actualmente es miembro del consejo directivo de ACIERA (Alianza Cristiana Iglesias Evangélicas Argentina), miembro de la comisión de misiones de la WEA (Alianza Evangélica Mundial) y miembro misionero de la iglesia Comunidad del Encuentro en Ciudadela, Argentina.