¿Cómo puedo prepararme para ser misionero, y cuáles son los pasos necesarios? Estas preguntas no tienen respuestas fáciles ya que dependen de diferentes razones y situaciones. No existe una receta general que sirve para personas de diferentes trasfondos, situaciones personales, profesiones, madurez espiritual, etc.Pero creo que podemos ayudarte con los 10 pasos que se pueden adoptar en una forma personal a tu vida.
1. La base principal es una relación personal con Jesucristo.
¿Obvio eso no es? Juan Wesley se fue como “misionero” a Africa, sin tener la seguridad personal que el Señor lo habia salvado. Lógicamente entró en grandes luchas interiores.
Cuando estuvo por primera vez de regreso en Inglaterra se convirtió y entregó su vida completamente a Jesús y se transformó en uno de los más grandes predicadores de la historia.
Tú necesitas una relación personal y viva con Dios por tu conversión a Jesucristo, tus oraciones y lectura diaria de la Palabra de Dios. Aumenta tu vida espiritual, entrega tu vida a Cristo sin límites ni opciones. Alístate para servirle aunque todavía no sabes a dónde te guíe. (Juan 7:17) Cuando muestres tu plena disponibilidad de servirle Dios podrá mostrarte su voluntad y los siguientes pasos.
¿Por qué Dios tiene que mostrarte caminos, si todavía no estás dispuesto a obedecerle?
2. Mantén el contacto vivo con tu iglesia local
Dios no se preocupa solamente de los individuos, tiene un plan especial para con su “cuerpo”, que es la iglesia de los realmente convertidos a Él y están sirviéndole en una iglesia local. Por eso es importante que busquemos la comunión de los hermanos para crecer, trabajar, orar y buscar la voluntad de Dios en conjunto.
Pablo y Bernabé no se fueron a su primer viaje misionero por su propia cuenta. Dios mostró en y por la iglesia local su voluntad para los dos (Hech 13:1-3).
Hacer misiones significa en primer lugar invitar a las personas a la familia de Dios, que es su iglesia, por la evangelización y el discipulado. Por eso debes ser miembro activo de una iglesia local donde tú vives para así llevar a otros a la iglesia de Cristo (que siempre son personas y no edificios).
También debes compartir tu plan de querer ser misionero, en primer lugar a tu iglesia local para que oren juntos sobre esto. Esperamos tu comunión real con tu iglesia local como base para ser misionero enviado por ella.
3. Sé un mensajero ahora y donde estés
Misiones en primer lugar no es trabajo social, de salud, humanitario, etc. El “corazón” de misiones es el testimonio personal de Cristo a personas. Eso puedes practicarlo hoy y en cualquier lugar, por ejemplo en tu trabajo o entre tus amigos. Muy valiosos son los contactos transculturales, en tu país y en tu casa con extranjeros que viven en tu patria. Contáctalos donde hayan posibilidades. El trabajo misionero y fundar iglesias sin compartir el Evangelio personalmente es imposible. Los discípulos dijeron “porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído” (Hech 4:20). Así ellos podían hablar solamente porque el Espíritu Santo les dio el coraje (Hechos 4:29 y 31). Si el testificar para tí no es algo natural en tu propia cultura tampoco podrás hacerlo en otro país. Viajes y experiencias misioneras por corto plazo con tu iglesia, (o por el Campamento de Melipilla, viajes de ADELPHOS, etc.) te ayudan a tener experiencias en el evangelismo personal.
4. Prepárate profunda y ampliamente
Hablábamos de la preparación en tu vida espiritual, y de la práctica diaria en servir al Señor personalmente y en la iglesia local. Importante también es que tengas una preparación amplia y terminada teológicamente. Médicos, pilotos, ingenieros, etc. tienen que tener una preparación sólida porque la vida de muchos está en sus manos.
El destino de la vida eterna de muchas personas está incluido en el ministerio del misionero, por eso es de inmenso valor tu preparación, tu conocimiento de la Palabra de Dios, Teología sistemática y práctica, Evangelización, Misiología, etc.
Nosotros esperamos de los que quieren salir al campo como misioneros una preparación sólida y amplia en el área de la teología, o su profesión particular según la necesidad. Para todos se exige por lo menos un año de estudios teológicos con certificado.
5. No tengas miedo de correcciones en el camino
Un satélite que se lanza al universo tiene una ruta predeterminada. Un pequeño desvío puede tener consecuencias fatales, por eso cada tiempo es importante corregir el curso del satélite para que funcione y no se destruya por falta de cuidado.
Nosotros también dependemos de correcciones en nuestro camino, por eso es importante, que durante tu preparación regularmente busques consejos de diferentes cristianos maduros y aptos para las decisiones que debas tomar.
6. Ten experiencias prácticas en el servicio cristiano
Si no has trabajado antes en una iglesia local o en un ministerio cristiano a tiempo completo. La mayoría de las organizaciones misioneras exigen una práctica en una iglesia en tu propia cultura antes que salgas al campo.
Eso es obligación especialmente si quieres trabajar en el campo ya sea en el área de evangelismo, enseñanza, discípulado, etc. En una práctica tú debes asumir responsabilidades y tener experiencias que te servirán para toda la vida y que son indispensables en el campo misionero. Además puedes descubrir durante este tiempo dones y debilidades en tu preparación y vida, así aprenderás a confiar en Dios en situaciones desconocidas.
7. Solicita una Institución Misionera que envíe obreros (Agencias, etc.)
Existen listas de organizaciones con este fin. Hay algunas que se especializan sirviendo en áreas específicas, en países o trasfondos religiosos especiales del mundo, pero otras están preparadas para el envío a todos los lugares del mundo de misiones colaboradoras de otros países que invitan a chilenos y latinos a trabajar en conjunto.
Escríbenos a: ADELPHOS, FonoFax: 2-2871911 Email: Adelphos@ctcinternet.cl para conseguir más información del director de capacitación y entrenamiento misionero. Se ofrecen también talleres los fines de semanas para conocer a las instituciones misioneras y su funcionamiento.
8. Aprende Inglés
Muchos de tus futuros colaboradores y compañeros misioneros van a ser hermanos de Europa o de EE.UU., o vienen de Asia, o Africa. El inglés es el idioma internacional y es de suma importancia aprenderlo. Hablar fluido el inglés es importante. Lo ideal sería haber vivido algunos meses en un ambiente donde hablen solamente inglés. Un diploma de inglés de tu país normalmente no es suficiente. Tienes que estar preparado para orar y para expresarte en inglés sin limitación para evitar futuros problemas en el trabajo.
Existe mucha literatura en el campo solamente en inglés. Una estadía por medio plazo (por lo menos 6 meses) en un país de habla inglesa ha provocado para muchos su primer choque cultural, que después fue de mucha ayuda para adaptarse mejor en su lugar de destino.
9. Entrenamiento transcultural por la Agencia Misionera
El próximo paso para el servicio en el campo misionero es la preparación transcultural que te da las herramientas para conocer un ambiente nuevo y diferente. Cada cultura tiene sus “parámetros” y expresiones que debes conocer y aprender para adaptarte. Esta preparación incluye conocimiento, pero además forma un carácter humilde de un siervo.
Las Agencias Misioneras tienen sus programas para evitar en esta área futuras desilusiones y daños. Así vas a aprender de gente que tuvo estas experiencias y puedes salir mejor preparado.
Además vas a aprender en este tiempo como trabaja la Agencia, sus reglamentos internos, políticas financieras y funcionales, etc., y tienes que probarlos para que estés en un ambiente de confianza en el trabajo.
10. Informa a iglesias y amigos sobre tus planes y tu ministerio
Deja a otros ser parte de los planes y deseos misioneros. Cuenta a tus amigos, hermanos e iglesias del llamamiento que sientes, de la guía de Dios en tu vida, de la tarea misionera que el Señor entregó a tí y a tu iglesia. Es una experiencia impactante ver como el Señor sustenta a sus enviados, pero es nuestra tarea llevar la información y el desafío a las iglesias y a los hermanos.
Pablo da gracias a la iglesia en Filipos por su “compañerismo” y la colaboración en el Evangelio, por sus ofrendas y oraciones. Si tus oyentes se identifican con tu ministerio y llamado, van a colaborar y orar también. Los que no han aprendido a dar, en general, tampoco van a orar por tí.
Esta presentación (levantar sustento) no es mendigar, sino dar la oportunidad a otros hermanos en la fe para que sean una parte activa en el mandamiento misionero de Cristo en todo el mundo.
Agencias misioneras “de fe”, que no son parte de una denominación o corporación, normalmente viven por ofrendas voluntarias de personas y amigos. Ellos esperan de sus misioneros que se levante un círculo de iglesias y amigos que lo sostengan.
Dios quiere salvar a todos los pérdidos, el tiempo de levantar sustento es una oportunidad de excelencia para involucrar a muchos y así formar parte de esta tarea y de las bendiciones de tu futuro ministerio.
Fuente: Movilicemos https://movilicemos.org
Para Preparar Para Ser Misionero, visita www.tbm.org.mx