El catolicismo es uno de los troncos más antiguos del cristianismo. Tal como lo conocemos hoy es fruto del Concilio de Trento, de la necesidad de definición frente a los cristianos de la Reforma Protestante y de la cultura y sociedad del Barroco. Se extiende principalmente en países de Europa del sur-oeste, Europa central y de América Latina y en Filipinas. Sus practicantes pertenecen a la Iglesia Católica.
Las Diferencias Entre los Católicos y los Evangélicos
Al navegar Etnopedia, uno se encuentra que hay comentarios sobre los “evangélicos” y los “católicos”. ¿Por qué hacer una distinción si ambos se encuentran bajo la misma categoría de religión del “cristianismo”? Aunque hay una cantidad muy grande de acuerdos entre los dos grupos, también hay unos desacuerdos. Algunos de ellos son tan grandes e importantes que los dos no pueden andar en unidad. Hoy en día, se habla mucho del ecumenismo. Siempre cuando podemos trabajar juntos con otras personas para beneficio de todos, debemos hacerlo. Sin embargo, cuando se trata de asuntos primordiales de la doctrina, debemos admitir que haya división. Etnopedia afirma un núcleo de doctrinas importantes e indiscutibles que se encuentra en el Pacto de Lausana, documento que define como debemos y podemos trabajar juntos para predicar las Buenas Nuevas a toda la creación. Cualquiera persona que también pueda afirmar estas verdades es bienvenida a cooperar con esta comunidad para cumplir con la tarea que el Señor Jesucristo nos ha dado.
Una Gran Separación
Martín LuteroEl 31 de octubre de 1517, un monje y maestro de teología poco conocido clavó una lista de puntos para discusión sobre un tema en la pared de la Universidad de Wittenburg. Aunque fue nada más una invitación para discutir el tema y aunque fue escrito solo para algunos teólogos, llegó a ser una chispa que encendió la Reforma Protestante. La lista fue publicada y distribuida en toda la región usando la más nueva tecnología: la imprenta. El contenido de la lista levantó la ira de la Iglesia Católica y resultó en la división más grande de aquella Iglesia. ¿Que contenía esa lista?
Conocido como “las noventa y cinco tesis” de Martín Lutero, la lista argumentaba uno de los lemas más importantes de la Reforma Protestante: Que la salvación viene solo por medio de la gracia, solo por la fe, solo en Jesús. Es la diferencia más grande y más importante entre los evangélicos y los católicos.
En Búsqueda de la Doctrina Sana
Después de la época de los apóstoles, llegó la época de los patriarcas de la iglesia. En aquel entonces la Iglesia de Cristo luchaba en contra de una gran variedad de herejías. Para enfrentarlas, la Iglesia empezó a formalizar y escribir la teología que supuestamente la Iglesia universal deberá reconocer como la verdad (la palabra “católico” o “católica” quiere decir “universal” o “general”). Sin embargo, con los años, la Iglesia que llegó a ser conocido como la Iglesia Católica, añadió doctrinas a las que nos dan las Sagradas Escrituras y en algunos casos añadió doctrinas que contradicen las enseñanzas de la Biblia.
La Salvación Por Medio de la Gracia Solo Por Gracia
Aunque siempre ha habido un remanente que ha seguido las verdaderas doctrinas de la Biblia, temprano en la historia de la Iglesia, surgió la creencia de que la salvación no es dada a los hombres solo por merito de la gracia de Cristo. Debemos saber muy claramente de que la Iglesia Católica atribuye el poder de la salvación al sacrificio de Jesucristo. Sin embargo, la enseñanza oficial de tal Iglesia es que el hombre tiene que hacer algo más allá de tener la fe para obtener merito de este sacrificio. Vemos por la Palabra de Dios que en esta doctrina la Iglesia Católica está equivocada:
- Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado. Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, (Romanos 3:19-24)
- Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. (Efesios 2:4-9)
- Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. (Romanos 5:1,2)
- Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia. Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra. (Romanos 11:5,6)
- !Oh gálatas insensatos! ¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado? Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne? ¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si es que realmente fue en vano. Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe? (Gálatas 3:1-5)
Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos. (Filipenses 3:7-11) Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna. Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres. (Tito 3:4-8)
Salvación Solo en Jesús
Virgen de GuadalupeOtra doctrina de la Iglesia Católica que es relacionada con la de arriba es la creencia de que haya hombres y mujeres que han ganado merito por sus obras buenas y sus vidas santas para efectuar su propia salvación y que han ganado merito más allá de lo que necesitan por su propia salvación. La doctrina de la Iglesia Católica es que estos meritos junto con los meritos que sobraron del sacrificio de Cristo existen sin usarse. Por medio de actas de adoración, veneración y obras, se cree que uno puede ser beneficiario de una cantidad de estos meritos.
Aunque la Biblia describe a los hijos de Dios como sacerdotes y aunque nos da autoridad espiritual en este mundo, también nos enseña de la preeminencia de Jesús. Oficialmente, la Iglesia Católica enseña que no hay ninguna persona más importante que Jesús. Sin embargo, en practica, la mayor parte de esta Iglesia pone su fe principalmente en un ser humano que no sea Jesús. Esta practica está en contra de lo que nos enseña la Biblia:
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. (Filipenses 2:5-11)
Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. (Hechos 4:11-12)
Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo. (1 Timoteo 2:4,5) Según el Pacto de Lausana bajo la sección “Singularidad Y Universalidad De Cristo”: “Jesucristo es el Dios-hombre que se entregó a Sí mismo como único mediador entre Dios y el hombre. No hay otro nombre en que podamos ser salvos”.
Fuente: http://www.etnopedia.org