En la Selva de Papúa

La semana pasada salimos a conocer un pueblo aquí en la selva de Papúa Nueva Guinea, para ver si el Señor nos indica que ahí es donde nuestro nuevo equipo de misioneros debe empezar a trabajar. Pudimos ver la mano de Dios obrando y ¡qué deleite es estar en el centro de Su plan perfecto! Nos retrasamos un día porque nuestro piloto estaba enfermo. Esto fue un principio un poco decepcionante, pero resultó ser para bien.
Sin nosotros saberlo, si hubieramos iniciado el día que queríamos, nos hubiésemos enfrentado a cierta oposición de unas cuantas aldeas por las que teníamos que pasar de camino. Pero, debido a que nos retrasamos un día, mi compañero Dominik, un nativo de Papúa Nueva Guinea, pudo pasar el tiempo necesario para asegurarse que las otras aldeas entendieran todo claramente. Me sentí muy aliviado cuando pasamos los dos pueblos sin que ni siquiera nos hicieran una parada.

Tuvimos un inconveniente en el río por unos 15 minutos. Hay un área donde el río se abre hacia un lago y luego se estrecha haciéndose río nuevamente. En la parte estrecha, hay un montón de pastos flotantes que se mueven constantemente. Por un momento, no estaba seguro que podríamos encontrar un camino para pasar. Pero, sin mucho forcejeo ¡finalmente pasamos!
Llegamos a la aldea a las 4:45 pm, después de 4½ horas (55 millas en río) de viaje. Había un bonito comité de bienvenida a orillas del río cuando desembarcamos. Había varias damas dándonos la bienvenida con cantos y danzas tradicionales y, luego de ponernos collares de flores, nos llevaron a la casa en la que dormiríamos por el siguiente par de noches.
Después de media hora o más de estar hablando, nos dieron un gran tour de la aldea. Es una aldea de buen tamaño con cerca de 60 casas. Hay un pequeño arroyo que corre por en medio y que sirve como una vía acuática para las canoas. La aldea era un lugar muy bonito.

Esa noche nos dieron de comer sopa hecha de un jabalí que habían matado, calabaza, bananos y cierto tipo de hierbas. ¡Fue una comida sabrosa! Luego nos volvieron a traer lo mismo en la mañana, más al mediodía, más como a las 4:30, nuevamente a las 7:00 y otra vez a la mañana siguiente. Estaba sabroso, pero después de la cuarta comida ¡necesitaba un cambio!
El segundo día que estuvimos allí, nos reunimos con todos los líderes de la aldea y quien quisiera escuchar lo que íbamos a decir. Esta fue mi oportunidad para compartir muy claramente el trabajo que nuestra misión haría, si ellos querían que vinieramos. Después de terminar de hablar y responder a preguntas, estaba claro que teníamos una invitación abierta para venir e iniciar una iglesia en la aldea. No hicimos ningún compromiso en ese momento, pero dijimos a la gente que los hombres necesitarían regresar a la ciudad para compartir con sus esposas todo lo que habían visto, y pensarlo.

Después de regresar a la ciudad, y después de días de mucha discusión y oración, ¡el equipo decidió que este es el lugar a donde Dios los ha guiado! Así que volveremos a hacer el viaje este lunes, si Dios quiere, tendremos otra reunión con los líderes de la aldea y toda la gente y les haremos saber que tres familias iniciarán el proceso de trasladarse a su pueblo. Pasaremos unos tres días en la aldea, lo cual les dará a los hombres la oportunidad de conocer a la gente mejor, y también buscar un lugar decente donde construir. Será un proceso largo y difícil trasladarse y asentarse en esta aldea.

Esta será la vigésima obra de la misión aquí entre una tribu de la selva Sepik. Es un compromiso y una empresa mayor iniciar una nueva obra para plantar una iglesia. Cada una de las tres familias que se trasladará estará comprometiendo de 15 a 20 años de su vida, familias y finanzas para ver que una iglesia indígena se plante y establezca. También agrega un poco más de trabajo a nuestro equipo de apoyo aquí. Pero, ¡sabemos que realmente todo lo podemos en Él que nos fortalece!
Anhelamos sus oraciones por nuestro equipo, y las familias, ya que tienen mucho trabajo y muchas decisiones por delante. Oren también por nuestro equipo de apoyo que ya está realizando bastante trabajo, para que encontremos nuestra fuerza en ¡Aquel que puede hacer todas las cosas!

Escrito por Loni Knieval

Fuente: http://www.comimex.org