Hay muchas razones por las cuales involucrarse en la misiones. Muchas de estas razones ya las hemos escuchado hoy. Todas esta razones son buenas por sí. La necesidad del hombre; No solamente su necesidad espiritual, sino también sus necesidades físicas naturales; La necesidad que tienen las naciones de que sus culturas sean restauradas, reformadas y renovadas. Pero eso no es la más grande de las razones por las cuales llevar acabo las misiones. La razón más grande por la cual llevar a cabo las misiones es meramente para la gloria de Dios.
Primero que nada y ante todo las misiones son para gloria de él. No por cuanto el hombre tiene su necesidad y no porque las naciones tengan sus necesidades, sino para que la gloria de Dios sea dada a conocer en la tierra y que el corazón de Dios pueda recibir el gran gozo de ver a las naciones alabándole a él.
Yo llevo hasta ahora 25 años de estar predicando sobre las misiones. He tenido el privilegio de predicar prácticamente por todo el mundo y en mi propio vida personal yo he llegado a una conclusión, que la única cosa que nos puede conmover y llevar hacia las misiones como nosotros necesitamos ser movidos hacia a ello es el deseo de darle la gloria a él. El deseo de glorificar a su Hijo – es ese deseo que nos va a sostener. Tanto los tiempos buenos como los malos. En los tiempos de avivamiento, pero también en aquellos tiempos cuando no hay aparentemente ninguna manifestación del Espíritu Santo; en el tiempo de la siembra y en el tiempo de la cosecha. La única cosa segura es la gloria de Dios. Es lo único que puede mantener puro el corazón del hombre. Porque la Biblia no empieza tratando con el hombre. Empieza con Dios. La Biblia tampoco termina con el hombre, sino termina con Dios. El penúltimo versículo de la Biblia nos dice aun así Señor Jesús ven pronto. Así que yo les quiero hablar en esta tarde ya de la Supremacía de Dios en las Misiones. Yo creo que esto va a permitir que lleguemos a una gran conclusión de todo aquello que hemos estado diciendo y viendo (en esta conferencia). Que podamos salir de este lugar llevando sobre nuestro corazón la gloria de Dios. Y que nuestro deseo sea de ver a las naciones adorándole a él.
Salmos 86: 8 – 10 Oh Señor, ninguno hay como tú entre los dioses, Ni obras que igualen tus obras. Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán delante de ti, Señor, Y glorificarán tu nombre. Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas; Sólo tú eres Dios.
Nos dice aquí que todas las naciones que tú hiciste vendrán y adorarán delante de ti. La Biblia aquí es tan clara dándonos a entender que sólo él es Dios. Yo voy hacer unas declaraciones que van a ser cruciales para nuestro entendimiento en todo lo demás que vamos a decir…
La primera declaración que quiero hacerles. Las misiones no son la meta última de la iglesia, sino la adoración. La meta de la iglesia no son las misiones. La meta de la iglesia es ver a las naciones adorándole a él. Pero la adoración no se propiciará a menos que haya misiones. Entonces la primera de estas declaraciones es que las misiones no son la meta última de la iglesia, sino la adoración a Dios.
Segunda declaración que yo les quiero hacer. Las misiones existen por cuanto la adoración todavía no existe. La razón por la cual estamos llevando a cabo las misiones no es primordialmente porque el hombre tenga necesidad. Es cierto que el hombre la tiene y es importante eso en sí, pero hay algo más importante que la necesidad del hombre, es la gloria de Dios. Y nosotros estamos llevando a cabo misiones por cuanto la adoración a Dios todavía no se está dando en la Ventana 10/40. En el mejor de los casos la adoración ha sido mal dirigida. Todo ser humano tiene en si adoración, pero hasta que lleguen a dar su adoración al Dios vivo y verdadero, entre tanto les estarán dando a otros dioses falsos. Y nosotros como la novia de Cristo deberíamos de tener el celo de ver a la gente adorando a Dios. Entonces, las misiones existen por cuanto la adoración todavía no existe. Porque en esos lugares donde ya la adoración esta siendo elevada, ya no es necesario hacer misiones. Entonces nosotros llevamos a cabo misiones por cuanto queremos ver que el Dios verdadero sea adorado.
Hace unos años estuve yo en Singapúr. Estaba yo en un coche con un pastor, íbamos por la carretera. Llegamos a un semáforo, estaba la luz roja. A nuestro izquierda se encontraba un templo budista. Y durante los breves momentos que estuvimos ahí esperando la luz roja, vimos gente entrando y saliendo de este templo budista. Y esta escena fue indeleblemente marcada en mi mente. Como la gente entraba y salía. Mientras meditaba sobre esta escena, yo llegue a una conclusión, que lo que estaba caminando, entrando a ese templo no era nada mas un ser humano perdido, sino adoración mal dirigida. Adoración dado a un Dios falso que verdadera y exclusivamente le pertenece al Dios verdadero. Así que las misiones existen porque todavía no existe la adoración.
Ahora, la tercera declaración que les quiero hacer. La adoración es lo último y máximo, no las misiones. Porque Dios es lo máximo. Dios es lo último, no el hombre. Las misiones están dirigidas o enfocadas al hombre. Pero la meta de las misiones no son el hombre, son adoración. Así que las misiones no es lo último, la adoración lo es, porque cuando haya terminado el tiempo, habrá hombres que van a caer sobre sus rostros en adoración y las misiones habrán cesado, pero la adoración proseguirá. Mire, yo ya llevo en esto unos cuántos años. No tanto como algunos que se encuentran aquí, pero si no mantenemos a Dios como nuestro suprema meta, la obra que puede tornar de mucha carga. Tenemos que mantener una perspectiva eterna. Que toda obra en esta tierra, si es para la gloria de Dios va a continuar. Cuando las misiones hayan terminado todavía va seguir la adoración. Pero esa adoración nunca procederá ni seguirá si no se han dado las misiones.
Por ejemplo cuando Maria estaba a los pies de Jesucristo, ella estaba escuchando las palabras de Jesús. Había un sentir de comunión efectuándose ahí. Había intimidad. Ella estaba entendiendo cual era su corazón. Y ella tenia revelación de lo que era su misión. Y Jesús hizo una declaración increíble referente a este momento… Jesús dijo, “Ella ha escogido aquello que nunca jamás le va ser quitado. ” Porque la adoración es un factor que perdura.
La cuarta declaración… La adoración es el primer ministerio de la iglesia. Y cuando vamos en pos de ello de una manera bíblica, entonces se torna en la fuente del evangelismo. Es una verdad muy sencilla. Usted va entregar a otros lo que Usted atesora en su propio corazón. Esto es lo que Usted va querer entregar, a dar a otros. La adoración se torna en la fuente del evangelismo. El servicio es bueno, pero no es ningún substituto de la adoración. El servicio es bíblico, pero el servicio es el resultado de amor.
Yo tuve un profesor durante mi tiempo de seminario y él hizo esta declaración…Yo no entendía en aquel entonces su declaración hasta que ya pasaron muchos años. Esto fue lo que dijo; ” En el reino de Dios no hay el “tengo que”, hay sólo el “quiero que “. Tiene que meditarlo porque el Espíritu de Dios va crear ese “quiero que”. Él va a crear el deseo. Las misiones se tornan una carga increíble si no son engendradas por medio del amor. Ah, pero cuando emanan del amor, entonces queremos hacerlo. No podemos evitar el hacerlo, no podemos aguantar hasta poder hacerlo. Porque es el resultado de una relación amorosa con el Dios vivo. Lo que sucede en el Cristianismo, y yo sé de lo que estoy hablando. He estado ahí, es que reemplazamos la adoración con servicio. Inclusive empezamos a igualar adoración con servicio y son dos cosas netamente distintas.
La quinta declaración que quiero hacer. La adoración es la meta y es el combustible de las misiones. La meta de las misiones no es ver que la gente sea salva. No dije que no van a ser salvos, sino la meta de misiones es que lleguen a adorarle a él. Ahora por supuesto antes de que pueden adorarle tienen que nacer de nuevo. Pero la meta en sí de misiones es la adoración y el combustible de las misiones es la adoración.
Voy a explicar las dos cosas; Vamos hablar de la meta. En las misiones estamos hablando de traer a las naciones a estar en comunión con Dios. Estamos hablando de traer individuos a una relación con Dios. Y cuando un individuo llega a acaptar el evangelio, nos dice la escritura, que ya dejen de quedar cortos, de estar destituidos de la gloria de Dios. Porque ahora si empiezan hacer aquellas cosas que traen agrado a Dios y son restaurados a la posición original que Dios tuvo la intención de que Adán anduviese en ellas. Así, como en el principio cuando el hombre estaba coronado de gloria y honra. Pero es el pecado, el que hace que nosotros perdamos esa gloria y esa honra. La palabra gloria en el hebreo es un término muy interesante. El término es “cabad”, significa “peso”, es algo que se hacía uso en medio de todos los sistemas de medición y de pesado. Nosotros hablamos de la tierra siendo llena de la gloria de Dios… ¿Y que estamos diciendo cuando decimos que la tierra esta llena con la gloria de Dios? ¿Una nube mística por allá, destellando las gotitas de lluvia o una gloria rara por hay? No es eso lo que es la gloria. Es el peso, es la presencia misma de Dios. Y la gloria es vista en la creación. El lugar principal para que sea manifestada la gloria de Dios es en el ser humano.
Tenemos un dicho en inglés y decimos, “Es pesado, es muy grueso”… quiere decir que uno tiene autoridad. Tiene experiencia. Sabe de lo que está hablando. Él sabe que es lo que esta haciendo. Por ejemplo, si Billy Graham entrase por la puerta trasera, yo capaz de que diría, ” Una persona de peso ha llegado ” Tiene tremenda experiencia y a su vez, autoridad. Y eso es lo que Dios intencionó que Adán tuviese. El peso mismo de Dios sobre de él. Y que ese peso, esa gloria capacitará a Adán administrar sobre la tierra. Ese fue su llamado otorgado. Y se le dijo: tú vas a tomar ese huerto, lo vas a atender y lo vas a cultivar. El huerto tenia todos los recursos potenciales que el hombre podía jamás necesitar. Y Adán estando bajo el peso, bajo la gloria de Dios debería sacar adelante estos recursos del huerto y administrar el huerto, y escuchan esto, y a la larga extender la vida del huerto hacia los cuatro rincones de la tierra. Adán fue encomendado esto. Recuerde que había cuatro ríos en el huerto. Cuatro ríos que salían fluyendo del huerto. El número cuatro nos habla de la tierra, los cuatro rincones de la tierra. La posteridad, la simiente de Adán debería ser cultivado a tal grado en el huerto que a la larga debería salir por estos ríos para ser extendida a toda la tierra. Hasta llenarla con la gloria de Dios en medio de seres humanos, para administrar la tierra y sacar adelante su propósito.
Yo les voy a decir algo, el hombre impío nunca va poder sacar adelante el propósito de la tierra, solamente aquellos hombres o mujeres que han estado en contacto con Dios, que tienen una relación vital con el Dios viviente puedan sacar adelante el propósito de este mundo. Todos nosotros tenemos dentro de nosotros un río… y de nuestro ser más interior va a fluir un río de agua viva, pero el hombre tiene que ser restaurando a esa gloria. Así que a través de las misiones no es solamente que estamos tratando hacer que la gente llega a cielo. ¿Esto es la meta suprema? No, estamos tratando de llevar gente a su destino. Estamos tratando de despertar a naciones para que entran a su destino. Estamos tratando de despertar a gente para que en sus naciones, al estar despiertos, puedan administrar esto y llevar gloria a Dios. Y sólo será el evangelio y el arrepentimiento lo que puede despertar y restaurar así el hombre a una posición de gloria. La gloria no es un nubecilla . Es una forma de vida. Es un peso. Es una posición. Es un camino elevadisimo de vide que tiene mucha honra en sí. En lo cual nosotros nos colocamos como siervos para servir a los propósitos de Dios y en individuos, y en naciones para sacarlos adelante hasta que lleguen a la gloria de Dios. Así que las misiones tienen como meta el llevar a la gente a la gloria. Y al ir a las naciones, vamos a despertarlos al que entran en su destino. Vamos a despertar a las naciones ante su grandeza. Y viene el regocijo en medio de su grandeza. Así que la adoración es la meta de las misiones. La adoración es la combustible de las misiones.
Les voy a decir algo… La pasión por adoración a Dios precede al anuncio del evangelio para salvación. Porque tu vas a ceder a otros lo que tu atesoras. Eso que tu amas es lo que vas a querer hablar con otros. Si nosotros tuviésemos la cura para el cáncer, a poco no queríamos hablar de ello. Mire, a final de cuentas en esto se resume, cuando esta flama de adoración esta ardiendo en nuestro corazón, cuando hay una relación amorosa efectuándose entre nosotros y nuestro Señor Jesucristo, cuando hay nuestros corazones arden con el sentir de su valor en nuestro corazón, la pasión de las misiones va poder brillar a las gente más remotas de esta tierra. Porque nuestro pasión va ser que ellos también le pueden adorar a él también. Es un paradigma sin fin, sin término en la escritura. A Abraham, él fue denominado el “padre de las naciones”, él dejó un rastro de altares en su vida. Póngase a pensar en Abraham. El es un hijo de un idólatra, proviene de Ur de los Caldeos, una tierra llena de idolatría y Dios por su gracia le escoge a él y establece un pacto con él, le bendice y como resultado de esa bendición toda una nación sale de sí. Una nación con el destino de contrarrestar la maldición de idolatría sobre la tierra. Pasó de ser un idólatra a ser un bendecidor, pero antes que nada era un adorador. Moisés, el libertador de Israel, antes de que pudiese ser un libertador, tuvo que estar descalzo delante del Dios vivo.
Salomón es otro ejemplo para nosotros… su corazón no se mantuvo fiel al Dios verdadero. Él iba en pos de las mujeres. Y por cuanto iba en pos de las mujeres, iba en pos de sus mujeres. Y él contaminó su espíritu y su vida y por tanto nunca pudo sacar adelante los propósitos de Dios. Pero David si lo pudo. Y luego Daniel, ¿Que es lo que vemos en Daniel? Como se postraba y oraba, pero por el otro lado vemos a Daniel trayendo influencia sobre reyes. Cuando llegamos al libro de los Hechos vemos a los 120 reunidos en el aposento alto. Nos dice la escritura que estaban ahí reunidos, unánimes, en un mismo lugar. El termino griega utilizada ahí habla de un propósito, de un solo pasión. La unidad no tiene nada que ver con el color de piel. La unidad gira entorno gira entrono al propósito, entorno a la visión, en términos de ciertos objetivos que estamos tratando de asir para lograrlos. Y ellos estaban ahí reunidos entorno a un mismo propósito y luego fueron llenos del Espiritu Santo. Estos son los que pusieron de cabeza el Imperio Romano. Hombres y mujeres ilustrados, pero hombres y mujeres llenos del río de Dios. Llenos con la realidad de Jesucristo. Tenían una pasión y una visión. Me encanta gente que tiene una pasión. Me encanta la gente que tiene visión porque siempre me llevan a sitios más elevados. Entonces estos 120 pusieron de cabeza el mundo. El primer viaje misionero organizado en la Escritura. Hasta esa momento había sido forzada las cosas. Pero el primer viaje organizado misionero se efectuó saliendo de Antioquia. ¿Qué es lo que nos dice la Escritura acerca de Antioquia? Qué estaban ahí…estaban ayunando, orando y en adoración. Y entonces fue que habló el Espíritu Santo. Y como resultado de esto, el primer viaje misionero del apóstol Pablo fue engendrado. Y sin entrar en todo lo que es historia Usted esta aquí hoy por lo que sucedió en aquel entonces en Antioquia. ¿Increíble, no?
Terminó diciendo esto, el asunto más crítico en la vida de las iglesias es la vida de Dios en la iglesia; digamos el hecho de que Dios sea lo central en la iglesia; que él sea la preeminencia. Así lo dijo Jesús, yo he venido a hacer tu voluntad. Yo he venido a traer gloria a ti, oh Padre. Y como resultado de ello nos la Biblia que él terminó la obra que nos lo había encomendado. Por causa de su misión de glorificar a Dios él vino a buscar y salvar a los perdidos. Escúchame, él no vino para buscar y salvar a los perdidos para glorificar a Dios, él vino a glorificar a Dios, punto y como resultado de esto, él busco a la gente perdida y él ministro a seres humanos necesitados, desesperados. Las prioridades siempre son las que dan forma al propósito. No es al inversa. Según sea tu prioridad, esto va dar forma a tu propósito y al mantener nuestra prioridad con Dios entonces igualmente vamos a mantener los propósitos de Dios en nuestra vida. Santificado sea tu nombre… La razón por la cual las misiones existen es porque su nombre aun no es alabado y santificado. Hubo dos hombres jóvenes moravos. Ellos vendieron sus vidas como esclavos porque ellos querían ser trasladados a una isla donde había esclavos y querían llevarles el evangelio. Y resulta que estos cuando ya llegaban a la isla nunca iban a volver a ver su familia. El día que ellos estaban yendo en ese barco para ser llevados a la isla, estaba presente la familia, hubo gran sollozo por todos lados porque sabían que nunca mas iban a ver el uno al otro otra vez. Uno de allí parado sobre el muelle grito porque tienes que hacer esto, y el joven moravo levanto su mano al cielo y así dijo: “Que el cordero que fue inmolado reciba la recompensa de sus sufrimientos. ” Eran solamente la gloria de Dios lo que podría motivar a un joven para que se vendiese a la esclavitud. Y solamente será para la gloria de Dios, el que nos va a trasladar a nosotros como movimiento, como mover llevándonos de año en año, siendo estables y manteniéndonos a nosotros mismos dentro del propósito de Dios, extendiendo el reino aun hasta la Ventana 10/40.
Escrito por Dr. Larry Hill
Fuente: http://www.comimex.org