PRECONCEPTOS PERSONALES: Me gustaría compartir aspectos de mi filosofía personal y conceptos de educación para que entienda mis principios y preconceptos y sobre que fundamento me dirijo hacia la realidad del CCMT.
Educación:
Como principios de educación soy más “integralista” que “dualista”. Más inclinado hacia una postura equilibrada entre lo intelectual y lo práctico que a uno de los dos lados. Más preocupado con enseñar como adquirir por sí mismo el conocimiento que la comunicación del conocimiento en sí, más inclinado hacia la tarea de fomentar el “auto-didactismo” que la dependencia en el proceso de ser educado como receptor, ver destrezas desarrolladas para enfrentar la vida y el ministerio antes de proveer una respuesta teórica a la vida. Mi inclinación es ir hacia lo pragmático y práctico.
El Método Científico:
Como procedimiento científico para el misionero transcultural, creo en la observación, la formulación de teorías de lo que se observa, y luego la averiguación de la veracidad o error de sus propias teorías como procedimiento para su vivencia en su la vida en la nueva cultura.
Orientación en Contexto:
Por la experiencia he visto los programas de orientación para misioneros, que en la mayoría de los casos, dar mucha información con muy poco resultado de adaptación en la realidad del campo. No es la información que necesitan solamente, es la información en el contexto de
su praxis y su vida diaria en la cultura anfitriona . Por la experiencia he visto a muchos fracasar por confiar en sí mismos y en la adquisición de datos y conocimientos, y no trabajar bajo la soberanía del Señor. Por la experiencia estoy convencido que el mayor enemigo a nuestro satisfactoria funcionamiento como misioneros es nuestro “yo”. No es el “enemigo” externo sino el “enemigo” interno en nosotros.
Las Expectativas:
Por la experiencia un impedimento muy grande es nuestra propia expectativa como ministros. Esperamos en nuestras esperanzas y no en el Señor. Creo que el ser humano debe usar el instrumento educativo pero sin perder su confianza en el poder y la persona del Señor quien es mayor que el mundo.
El Auto Imagen del Ministro:
Por la experiencia he visto que otro obstáculo grande al cumplimiento satisfactorio del ministro es su propio complejo de inferioridad. Confiamos en lo que somos y no en el Señor pero cuando estamos en el Señor, y viviendo en su plenitud, aunque somos incompetentes por naturaleza, nuestra fe vence al mundo y la carne nuestra por que ya es Dios quien trabaja en nosotros. Dios es mayor que las circunstancias nuestras y aun de nuestra incapacidad. Él es el Señor, tanto de mi vida como de las circunstancias.
Edificando en la Obra del Ministerio:
También, por experiencia, afirmo el sistema de edificación que se halla en 1ª Corintios 3:1-12 y lo acepto para poder proceder no solamente en aspectos eclesiásticos sino también en el futuro del CCMT. Edificar encima de lo construido ya, de lo que han hecho los precursores y no me gustaría volver a reinventar todo comenzando desde cero. Construir encima de lo que existe es un procedimiento bíblico y es lo más positivo.
Educación Continúa:
Y como actitud, quiero fomentar el principio de que el misionero nunca deja de estudiar en alguna forma u otra. El principio de la educación de adultos postula que todo proceso educativo debe ser continuo y por vida. Nunca debemos dejar de estudiar.
La Cultura Predominante es Decisión;
Y el participante como yo mismo, somos productos de nuestras culturas y las experiencias formativas a través de ellas, y creo que aun siendo cristiano, soy manejado inconscientemente como persona por mis propias valores culturales. La salida es una especie de arrepentimiento delante de Dios y la rendición de mi voluntad a la del Señor en forma consciente y coherente. Sin este paso consciente la persona se convierte en víctima inconsciente de su propia cultura creyendo que está actuando de acuerdo a principios bíblicos pero en verdad bajo el dominio de su propia cultura.
Sistemas de Aprendizaje:
Por ende, el sistema educativo que más me gusta es lo que más se aproxima a la vida real que sea por simulacro, por dramatización o por inmersión en una realidad semejante a lo que se enfrentará como misionero.
Escrito por Raymundo Morris