Aunque Jesús al estar en el mundo dejó una última orden muy clara (Mt 28:18), los discípulos decidieron que era más atractivo y cómodo quedarse en Jerusalén para seguir disfrutando las señales y prodigios que el Señor hacía en esos días. Pasaron siete capítulos de los Hechos hasta que el Señor tuvo que forzar a la iglesia a salir a predicar a todo el mundo por medio de una persecución (Hch. 8:1).A través de la historia, la iglesia se extiende no solo por persecución, sino también por motivos políticos (el Imperio Romano se vuelve oficialmente “cristiano”, las Cruzadas del siglo 14, etc.). Después, por el medio de transporte de aquel tiempo, el barco, hay una etapa de misiones “a las costas”, hasta que alguien se da cuenta que hay mucha más gente “tierra adentro”. Los misioneros ya establecidos regresan a sus países de origen a reclutar más misioneros para conquistar esas tierras con el evangelio. Ninguna de estas estrategias había sido la determinada por el Señor Jesús, quien dijo “id y haced discípulos a todas las naciones (en griego “ethne”).
Parece que finalmente el Espíritu ha develado a su iglesia la estrategia correcta: evangelizar las etnias, una por una, para que se cumpla la visión profética de Juan: Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones (ethnos) y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero (Ap. 7:9 y 10).
Las fuerzas que han impulsado desde el principio la evangelización del mundo han sido las menos idóneas. Hechos 1:8 nos narra cómo Jesús les dio la Gran Comisión a sus discípulos, quienes para entonces habían llegado a ser apóstoles (enviados), para que la fuerza impulsora fuera la del Espíritu. “Recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo , y me seréis testigos… hasta lo último de la tierra”. Sin embargo, no fue sino hasta Hechos 8 que vemos que el mandamiento se empieza a atender, pero no de buena disposición, sino hasta que vino “una gran persecución”, y entonces “todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles… pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio.” Sin la persecución no hubieran salido de Jerusalén. Al igual que en el caso de Jonás, Dios, en su amor por los perdidos, tuvo que forzarlos a obedecer.
La segunda fuerza histórica que impulsó la evangelización del mundo fue la política . Por decreto imperial la gente se bautizaba para hacerse cristianos. Podemos imaginarnos la clase de cristianos que había cuando la razón de la evangelización era política, cuando por decreto se bautizaban. Eso se mantuvo cuando menos hasta el siglo 13, en el que la política seguía dominando la visión de conquistar al mundo. Fue por ello que ejércitos “cristianos” multinacionales fueron organizados para conquistar al mundo. Este pasaje histórico lo recuerdan particularmente bien hasta nuestros días los musulmanes, contra quienes principalmente se lanzaron las Cruzadas.
La iglesia reformada al principio, careció de una visión misionera. Es cierto que las ideas se extendían de una ciudad a otra, y de un país a otro, pero solo como una ideología para apegar a la Biblia a los “ya cristianos” de la época. No fue sino hasta siglos después que comenzaron a salir los primeros misioneros reformados a los no alcanzados. Estos misioneros se dejaron llevar por el medio de transporte entonces disponible: el barco. Eso dio inicio a la evangelización de las costas del sur de África, de India y de China. Esta fue la etapa de las misiones a las costas .
Pasó el tiempo hasta que alguien descubrió que había mucha más gente en el interior de los países donde trabajaban. Los misioneros regresaron entonces a sus países de origen para reclutar mayor número de misioneros que llevaran el evangelio “ tierra dentro ”.
Hasta entonces, y por siglos, todo el trabajo misionero se refería a los países, pero hace apenas una pocas décadas, cuando ya nos acercamos a la recta final, el Espíritu ha hablado a sus siervos, dándoles una visión de cómo él quiere que hagamos su obra: las etnias .
Estrategia
En lugar de hacer esfuerzos aislados hacia los países, muchas veces pisándonos los talones unos a otros o en franca competencia, la estrategia para la iglesia de Jesucristo de nuestros días es unirse, repartirse el trabajo, y dedicarse a él hasta terminar la tarea. ¿Podrá una sola iglesia o denominación alcanzar todas las etnias aún no alcanzadas? ¿No será más fácil que como hermanos nos pongamos de acuerdo, como en los tiempos de Nehemías al reedificar el muro de la ciudad, cada uno seleccione una parte del trabajo, y entre todos terminemos más rápida y ordenadamente, evitando duplicar esfuerzos ?
Así como cuando lanzamos una piedra y produce ondas que abarcan la total superficie del cuerpo de agua, pero esas ondas no afectan otro cuerpo
de agua por muy cercano que esté, así el evangelio tarde o temprano alcanza a todo individuo en una etnia, pero por más próxima que esté otra etnia, las barreras culturales impiden que esta segunda sea afectada por la iglesia establecida en la primera. Es por eso que el enfoque en las etnias es estratégico para terminar de cumplir la Gran Comisión.
PAÍSES – NACIONES – ETNIAS
Fue Dios el que creó las etnias, a partir de Babel. Antes de eso, todos estaban unidos por la misma lengua, y por las mismas costumbres e ideas (cultura, y cosmovisión). Es Dios mismo el que nos ha dado una visión muy clara de lo que es la Gran Comisión: la visión de Dios por las etnias del mundo. A través de toda la Biblia, desde la primera vez que Dios le habla al hombre, la proto Gran Comisión en el jardín del Edén (Gen. 1:28 “fructificad, multiplicaos, llenad la tierra”), hasta la visión que le dio a Juan (Apocalipsis 7:9 “ todas naciones y tribus y pueblos y lenguas), la visión se mantiene constante. Esto incluye las señales antes del fin, que Jesús revelara a sus discípulos (Mt. 24:14 “será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a tod
as las naciones ; y entonces vendrá el fin.”). Jesús lo repitió en Mateo 28:19: “… haced discípulos en todas las naciones ”.
El término en el griego original para lo que nuestra Biblia traduce como nación, es ethne, que con más precisión se habría de traducir etnia. Vemos pues que ni la persecución, ni la política, ni las costas, ni tierra dentro, ni los países, debieron ser las fuerzas ni la visión para terminar la Gran Comisión, sino las etnias . Hay poco más de 200 países en la actualidad, pero hay unas 8,000 etnias no alcanzadas .
NO ALCANZADOS
Zacarías dice que hay gente que habita en tinieblas y en sombra de muerte (Luc. 1:79). Jesús dice que tiene ovejas de otro redil que deben ser traídas para que escuchen su voz (Jn. 10:16). Pablo dice que están sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo (Ef. 2:12).
Una etnia se considera no alcanzada, cuando no tiene una iglesia establecida, o ya la tiene, pero no reúne todos o algunos de los
siguientes requisitos:
- Autosostenida
- Autogobernada
- Autoreproductora
- Que esté adaptada a la cultura de la etnia
- Que cuando menos cuente con una traducción del Nuevo Testamento
- Donde haya un mínimo de 5% de creyentes
La estrategia bíblica es una estrategia hacia las etnias no alcanzadas del mundo. Pablo, el gran apóstol a los gentiles, explica su estrategia a los romanos (10:19-21) “con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo. Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado , para no edificar sobre fundamento ajeno, sino, como está escrito:
Aquellos a quienes nunca les fue anunci
ado acerca de él, verán;
Y los que nunca han oído de él, entenderán.
ADOPTADOS
Al haber sido adoptados (Gal. 1:5), hemos recibido toda clase de bendiciones: espirituales, familiares, sentimentales, materiales, etc. Pero no fuimos bendecidos para solamente disfrutar la bendición, sino también para bendecir a otros, como nuestro padre Abraham: “te bendeciré, … y serás bendición” (Gen. 12:2). Podemos bendecir como hemos sido bendecidos, adoptando las etnias , como hemos sido adoptados.
PROMESA
Para poder ser bendición, Dios nos ha dado una promesa: “Pídeme, y te daré por herencia las naciones , Y como posesión tuya los confines de la tierra”. (Sal. 2:8)
LA TAREA PENDIENTE
Hay unas 8,000 etnias que no han sido alcanzadas con el evangelio. O sea, hay 8,000 razones por las que Cristo no regresa. Pero estamos avanzando a un ritmo acelerado. Aunque hay algunas relativamente pocas en el continente americano, la mayoría de esas etnias se localizan en la Ventana 10/40, la franja comprendida entre el paralelo 10 y el paralelo 40 norte, que abarca todo el norte de África, parte del sur de Europa, el Medio Oriente, y el sur de Asia, incluyendo la polinesia.
por Moisés López